El impacto de la robótica en la economía.

Durante años, los robots en la industria han permitido automatizar trabajos simples. Hasta ahora, esto no ha provocado un aumento significativo del desempleo, pero la afirmación es que eso va a cambiar.

Por lo tanto, la mayor prosperidad terminará en manos de unos pocos, los propietarios y gerentes de grandes empresas. En primera instancia, la brecha entre ricos y pobres se ampliará aún más. Primero, los trabajadores con menor formación perderán sus empleos y no habrá reemplazos para ellos. En los Países Bajos, estas personas acabarán en la red de seguridad del seguro de desempleo y la asistencia social. En otros países como Estados Unidos, esto conducirá mucho más rápido a una pobreza extrema. No es difícil imaginar que esto puede generar un enorme descontento e incluso revoluciones. Esperemos que sea solo un período transitorio en el que los responsables políticos hagan ajustes para que todos puedan beneficiarse de una mayor prosperidad. La formulación y ejecución de políticas efectivas es crucial para dar forma a esta transición.

Pero, en última instancia, este desarrollo es imparable, simplemente porque es posible y porque la inteligencia artificial y la robotización pueden generar mucho dinero y poder.

Redistribución de la riqueza

Si finalmente también los trabajadores con educación superior se ven forzados al desempleo por la inteligencia artificial, el gobierno se verá obligado a intervenir. Esto puede hacerse redistribuyendo la riqueza entre los superricos (que existirán para entonces) y los desempleados. Dado que el gobierno nacional ya no tendrá suficiente influencia sobre las multinacionales, será necesaria la cooperación. Partamos de un escenario positivo en el que se logre finalmente este objetivo. Viviremos entonces con mucha libertad, tiempo libre y prosperidad hasta el momento en que el último empleo sea reemplazado por robots más inteligentes. En ese momento, o justo antes, la economía tal como la conocemos desaparecerá y todo será gratis. Los robots producirán todo, incluida la extracción de materias primas, y como no exigen contraprestación, lo harán sin coste alguno, 24 horas al día, 365 días al año. Los precios de productos y servicios seguirán bajando hasta llegar a cero.

¿Y luego?

La economía habrá desaparecido, ser rico ya no tendrá sentido porque todo será gratis.

¿Surge entonces una economía sumergida, como la que existe actualmente entre el mundo legal e ilegal, o intentaremos diferenciarnos de otras maneras? Actualmente no lo sé, pero lo que sí sé es que el escenario descrito es realista y que debemos estar preparados tanto para el período entre ahora y la desaparición de la economía como para el período posterior.

Pero si lo manejamos bien, podemos alcanzar precisamente lo que siempre hemos querido: más tiempo libre y suficientes ingresos para llevar una vida bonita y plena. Por eso creo que vale la pena seguir invirtiendo en innovación.

Gerard

Gerard

Gerard está activo como consultor y gerente de IA. Con mucha experiencia en grandes organizaciones, puede desentrañar un problema muy rápidamente y trabajar hacia una solución. Combinado con una formación económica, garantiza decisiones comercialmente responsables.

AIR (Artificial Intelligence Robot)